Un poco de historia…

El Palacio de Anaya fue fundado en 1401 por Don Diego de Anaya Maldonado, obispo de Salamanca y arzobispo de Sevilla. Fue el más antiguo de los Mayores y hoy es la Facultad de Filología.

Su finalidad era permitir el estudio de mozos inteligentes y pobres en recursos, pero con el prestigio que adquirió terminó siendo una residencia de hijos de nobles y familias adineradas.

El edificio actual sustituye al primitivo de ladrillo, de cuyas obras hay una curiosa representación en una pintura del techo en la planta noble. El Palacio, obra de José de Hermosilla y Juan de Sagarvinaga, está compuesto de tres edificios: la hospedería (de 1715), la capilla de San Sebastián (1731) y el actual colegio (1760).  En este sentido, es curioso ver como para un mismo conjunto se construye en un breve período de tiempo, dos inmuebles en estilo barroco y otro en neoclásico.

El Palacio de Anaya destaca a primera vista por su aspecto a modo de palacio italiano, una gran escalinata, un pórtico con cuatro columnas de fustes lisos, capitales con guirnaldas, un frontón triangular con un óculo en el tímpano y el gran escudo del fundador en el centro de la balaustrada.

El claustro está construido con una doble galería de columnas dóricas en la parte inferior y jónicas en la galería superior. Ambas plantas están unidas por una escalera de tipo imperial en cuyo rellano se instaló en el S.XX un busto de Miguel de Unamuno, obra de Victorio Macho.

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